Actores de la última semana de vida de Jesús: María Magdalena

Su nombre hace referencia a su lugar de procedencia: Magdala, localidad situada en la costa occidental de lago de Tiberíades y posiblemente se puede entender como una expresión Talmúdica, que quiere decir "mujer de cabello crespo".

Pero ahora debemos entender quién es María Magdalena. Según la tradición cristiana, a María Magdalena se le relaciona como varios personajes femeninos: la que ungió los pies y los cabellos a Jesús, a la cual Jesús expulsó siete demonios, la hermana de Lázaro y la mujer que iban a la lapidar, entonces quién era? Pués posiblemente fue la misma, nada más que el orden en que se ha presentado en los evangelios, hace que la explicación sea un poco confusa.

Ahora bien, en relación con el Maestro, la Magdalena ya ella asistía al maestro y los discípulos durante su predica en Galilea. Ella fue de la mujeres apóstoles que acompañó a Jesús. Obviamente, el papel de la mujer en la sociedad judía, estaba relegada a la de servicio al hombre, cosa que Jesús puso en entredicho y que aplicó de diferentes formas. Siempre estuvo dentro del grupo que lo acompañaba a las actividades de su Ministerio Público. Los evangelios, no nos cuentan mucho de la actuación de la Magdalena antes del jueves.

Probablemente, asistió a Jesús y los suyos, durante la última cena, descansando, como era costumbre, al terminar la jornada, para levantarse temprano, e iniciar el nuevo día de servicio, pero todo se vió interrumpido por el arrestó de Jesús. Para ese momento, los más oscuros pensamientos se convirtieron en realidad, ya que el temor del arresto de Jesús era constante y además, el anuncio de Jesús, de viajar a Jerusalem para padecer y morir, afligía a todos.

Magdalena acompaña a María en todo momento, durante los interrogatorios, la flagelación, la sentencia y al pie de la cruz, hasta la muerte de Jesús. Ayuda a preparar el cuerpo para el entierro. Hasta ahí, es los que someramente, nos cuenta los evangelios. Durante el sábado, como día de guardar de la ley Mosáica, no hicieron nada, ya que no podían tocar ningún cadaver, para no estar impuros, ya que todos guardaron siempre la ley de Moisés. Al primer día de la semana, temprano, ella con otras mujeres, fueron al sepulcro para perfumar el cuerpo. Pero al llegar a la tumba, la vieron vacía, las mujeres corrieron a contar los sucedido, menos María.

Ella se quedó llorando, cuando 2 ángeles les preguntaron que por que lloraba. Ella les dice, que se han llevado a su Señor de la tumba y no sabe donde lo han puesto. Dicho esto, ella se vuelve, y ve a un hombre que no logar reconocer. El le hace la misma pregunta, pero ella creyendo que era el encargado de la finca, le pide que le devuelva el cuerpo. Jesús le dice: - "María!!"- e inmediatamente, María lo reconoce y le responde: -" Maestro!!!"-,  Jesús le dice: -"Suéltame, porque todavía no he subido al Padre. Vete donde los hermanos y diles: 'Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios a vuestro Dios"-.

Fue María Magdalena y les dijo a los discípulos: -"He visto al Señor, y me ha dicho esto y esto." (Jn. 27, 11).

Después de los hechos sucedidos, hay dos versiones sobre el final de sus días, se cree que acompañó a María, madre de Jesús, hasta el día, en que la Virgen Santísima fue asunta al cielo y se retiro a la isla de Efeso, donde murió y sus restos fueron llevados hasta Constantinopla ( actualmente, Estambúl, Turquía ). La otra, relacionada con su hermano, Lázaro. La tradición dice que ella y su hermano, junto a un dicípulo llamado Maximino, huyeron de la persecución contra los cristianos hacia un lugar llamado Saintes Maries de la Mer, cerca de Arlés. Posteriormente, María Magdalena viajó hasta Marsella, desde donde emprendió la  evangelización de Provenza, para después retirarse a una cueva -La Sainte-Baume- en las cercanías de Marsella, donde habría llevado una vida de penitencia durante 30 años. Según esta leyenda, cuando llegó la hora de su muerte fue llevada por los ángeles a Aix-en-Provence, al oratorio de San Maximino, donde recibió el viático. Su cuerpo fue sepultado en un oratorio construido por Maximino en Villa Lata, conocido desde entonces como St. Maximin. Cualquier otra leyenda sobre el final de los días de Magdalena y Jesús; y una posible relación como esposos y padres, se debe ignorar por completo, no hay pruebas, solo leyendas que corrompen nuestra Fe Católica, acordémosnos, "dichosos los que creen sin haber visto" y aquí no estamos para juzgar la vida de nuestro Señor si no la conocemos, los evangelios son la Palabra Viva de Nuestro Dios, oigámosla y no interpretemos por hacer daño.