Actores de la última semana de vida de Jesús: Poncio PIlato

Poncio Pilato (en latín: Pontius Pilatus), también conocido como Pilatos fue según algunos, un procurador y para otros, un prefecto de la provincia romana de Judea entre los años 26 y 36 d.C. Su jurisdicción se extendía también a Samaría e Idumea. No se sabe nada sobre su vida de antes de ser nombrado en su cargo, más bien hay detalles, que se vuelven tipo leyenda, desde el nombre de su esposa, Procula (que fue canonizada como santa por la Iglesia ortodoxa etíope), y el posible nacimiento de Pilato en Tarraco (Tarragona), aunque también pudo ser en Asturica Augusta (Astorga).

El título del oficio que desempeñó fue el de praefectus, como corresponde a los que ostentaron ese cargo antes del emperador Claudio y lo confirma una inscripción que apareció en Cesarea. El título de procurator, que emplean algunos autores antiguos para referirse a su oficio, es un anacronismo. Los evangelios se refieren a él por el título genérico de “gobernador”. Como prefecto le correspondía mantener el orden en la provincia y administrarla judicial y económicamente.Fue designado procurador de Judea por Tiberio, a instancias de su prefecto pretorio, Lucio Elio Sejano, adversario de Agripina y señalado como antisemita.

Caifás y Anás, presentaron a Jesús ante Pilato, temprano en la mañana, por lo cual, el empezar el día con una revuelta, no era del agrado del prefecto, de ahí que eso pudo ayudar a la toma de la desición final. Al ver al acusado y que es un manso que no contesta nada, que no incita a la violencia, Pilato no entiende como un solo hombre puede provocar tales cambios en el gentío. Pilato escucha atento las acusaciones: sedición, prohibiendo el pago de impuestos al César y hacerse llamar rey. Aún así, no lo ve culpable y procede a interrogarlo y sin encontrarle culpa, los miembros del Sanedrín se ciñen al acusar a Jesús de levantar al pueblo desde Galilea hasta Jerusalem, a lo cual, Pilato decide enviarlo con Heródes Antípas, que ra Tetrarca de Perea y Galilea, y que por esos días estaba en Jerusalem, para que sea él quien lo juzgue.

Heródes, después de interrogarlo y burlarse, lo envía de vuelta a Pilato, y desde ese día se hicieron amigos, por que estaban enemistados. Nuevamente, pregunta al pueblo que quieren hacer con Jesús, por que no ha encontrado delito alguno. Pilato lo manda a azotar. Procula, esposa de Pilato, le ruega, que no mate a Jesús, por que la noche anterior, no pudo dormir, viendo en sus sueños la cara de Jesús. Cuando regresa Jesús por tercera ocasión ante Poncio, este le pregunta al pueblo enardecido por el Sanedrín, que a quien quiere que libera a Jesús, el Rey de los Judíos, o Barrabás, asesino y ladrón. La muchedumbre escoge a Barrabás. La suerte está hechada.

Pilato pide una tinaja con agua, y simbólicamente se lavó las manos para indicar que no quería ser parte de la decisión tomada por la muchedumbre. Pilatos dice "No soy responsable por la sangre de este hombre". A lo que la multitud responde "Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros descendientes."; y se da la sentencia de muerte. Igualmente, manda a colgar el letrero de "Jesús, Rey de los Judíos". Caifás, pide a Pilato, que mande a cuidar la tumba del Nazareno, por que los seguidores, podrían robar el cuerpo y clamar la resurección, a lo cual ya como se explicó, Caifás y Anás, no creían.

El resto de la historia es conocida, pero y Pilatos?. Se piensa que la desición de Pilato de mandar a matar a Jesús recáe en el hecho de que el emperador Tiberio, estaba cansado de las constantes revueltas que amenazaban su imperio, por lo tanto en su desconfianza, fua asesinando a aquellos que no podían tener bajo el control a los revoltosos, de ahí que para no perder el poder y no caer en desgracia ante Tiberio y ser originario de una revuelta por culpa de un solo hombre, Pilato tomó la desición de crucificar a Jesús. Después de esto, Pilato vuleve a ser noticia, ante las diferentes masacres y robos descarados al Templo, de los cuales, el pueblo judío se vió envuelto. Cuando fue a rendir cuanteas ante Tiberio, ya este había muerto, y en su lugar estaba el despiadado Calígula.

La crueldad con la que Pilato siempre actuó en contra del pueblo, es evidente, en los diferentes escritos de Josefo y Filón. fue amigo de Sejano, otro prefecto, que tenían como objetivo romanizar los pueblos bajo el poder del Imperio y eso les trajo más desgracias que alegrías. Se dice que al final de sus días, Pilato fue desterrado a Tíber o Vienne por Calígula, y luego se suicidó. Otra versión, lo presentan como converso al cristianismo junto con su mujer Prócula, a quien se venera como santa en la Iglesia Ortodoxa por su defensa de Jesús (Mt 27,19). Incluso el propio Pilato se cuenta entre los santos de la iglesia etiope y copta.