martes, 8 de marzo de 2011

9 de marzo, inicio de Cuaresma

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. 

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual. 


En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios. 

Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección. 

40 días
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. 

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.


Entre las tradiciones de este periodo de Cuaresma, están la confesión, como parte del perdón, que nuestro Padre nos da al aprovechar este periodo de reflexión, en donde hacemos un verdadero exámen de conciencia, para poder recibir ese perdón.


El ayuno -no comer o hacer una comida liviana en un periodo de 24 horas- así como la abstinencia -prescindir de la carne un día- al menos durante el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son con toda probabilidad las costumbres más arraigadas de las prácticas religiosas de esta época del año.
La costumbre que "tampoco tiene origen bíblico y que fue instaurada por la Iglesia Católica", señala Sauer, quien asegura que "el hecho de no practicar este hábito no significa que la persona va a acabar en las llamas del Infierno. Es una manera de representar el sacrificio, el arrepentimiento y el recogimiento del católico durante la Cuaresma". 

De hecho. algunos sacerdotes no otorgan importancia al hecho de consumir carne o no porque "de lo que se trata es de renunciar a cualquier placer material, como dejar de fumar, no beber alcohol, no mascar chicle, o lo que se considere, como una forma de hacer penitencia y llevar a la conversión de nuestra alma como católicos", revela el analista bíblico. Diversos expertos en materia eclesiástica apuntan a que el origen de la creencia se corresponde con el hecho de que en la Antigüedad la carne era un alimento de lujo que sólo podían permitirse los más adinerados. De ahí, que para las clases altas de aquellos tiempos abstenerse de comer carne era un sacrificio y una manera de nivelarse con los más pobres durante algunos días en ese periodo.

Por último, la gastronomía durante este periodo de reflexión es un poco diferente. Como se dijo, las carnes pasan a un segundo plano durante el Miércoles de Ceniza y cada viernes, hasta el Viernes Santo. La mayoría de platos son hechos a base de pescados, así como postres y panes como, la miel de chiverre, las empanadas de chiverre, el arroz con leche, sopa de bacalao, la flor de Itabo, etc.



Fuentes: http://www.aciprensa.com/fiestas/cuaresma/cuaresma.htm 
 http://www.suite101.net/content/cuaresma-su-significado-a11410

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